lunes, 25 de enero de 2016

Cecilia Eudave




Cecilia Eudave (Guadalajara, Jalisco, 1968). Narradora, ensayista, poeta y antóloga. Doctora en Lenguas Romances. Profesora e investigadora en la Universidad de Guadalajara. Becaria del INBA/CME/Colegio de México (Beca Salvador Novo) en narrativa, 1990-91.Becaria del FOECA-Jalisco 1997 en el programa Jóvenes Creadores. Forma parte del Sistema Nacional de Investigadores. Premio Nacional de Novela Corta Juan García Ponce en la Bienal de Literatura de Yucatán 2007, por Bestiaria vida.  Mención Honorífica en el Certamen Nacional de Poesía Alfonso Reyes y en el Concurso Nacional de Cuento Juan Rulfo. Finalista del I Premio libro KIRIKO organizado por los libreros y librerías infantiles de España, quedando el libro Papá oso entre los 10 mejores libros infantiles publicados en España en el 2010. Mención honorífica en el 12th Annual International Latino Book Awards por el libro Sobre lo fantástico mexicano, que se organiza en el marco de la BookExpo America, en Nueva York en 2011. Mención honorífica en el 13th Annual International Latino Book Awards por el libro Técnicamente humanos y otras historias extraviadas, que se organiza en el marco de la BookExpo America, en Nueva York en 2011. Mención Honorífica en la categoría Ensayo Literario “Elvira Bermúdez” convocado por Premios Nacionales de Periodismo y Literatura AMMPE 2011. Algunos de sus cuentos se han traducido al chino, coreano, italiano, japonés y portugués. Su obra ha sido incluída en múltiples antologías, entre ellas: Incontro con gli scrittorim messicani di oggi, Italia, 2002; El libro monero. Crónica del birote y su arrimón a las letras, Guadalajara, 2004; La Vuelta a Verne en 13 viajes ilustrados, Guadalajara, 2005; Hilanderas. Antología de poesía contemporánea, Madrid 2006; El Arca. Bestiario y ficciones de 31 escritores hispanoamericanos, Chile, 2007; Un vagón de aventuras, España, 2008; Los viajeros. 25 años de ciencia ficción mexicana. Bernardo Fernández, Bef (antologador), SM, 2010; El abismo. Asomos al terror hecho en México. Rodolfo JM (antologador), SM, 2011; Así se acaba el mundo. Cuentos apocalípticos mexicanos. Edilberto Aldán (antologador); SM, México, 2012 y No entres al 1408. Antología en español tributo a Stephen King. Jorge Luis Cáceres (antologador), La biblioteca de Babel, Ecuador, 2013.







Otur: el país de los inexistentes



Es inexistente para aquellos que quieren habitar donde se habita. Pero, para aquellos que saben que no están donde deberían es una realidad. Otur, país de los inexistentes, es una burbuja de cristal en el cerebro de los escapistas y de los suicidas.





Tabi: el país de lo inestable



Cuando te levantas por la mañana lo único seguro que tienes es el rostro. Ni tu nombre sabes, ni tu nuevo oficio, profesión u ocio. Sales de la casa donde dormiste, o desayunas con quienes en esos momentos son tus hijos, pero para el día siguiente, quizá no poseerás ni mujer ni niños, ni perro ni casa. El otro día se convierte siempre en un estrepitoso escalofrío, pues ya no tienes a los mismos amigos ni al mismo jefe. Ya no te llaman por el nombre de ayer ni eres indispensable para quienes el día anterior te amaban. Así es vivir en Tabi, un constante renacer en el mismo cuerpo que también cambia porque te haces viejo y, al final de la jornada, ni siquiera sabes qué idioma hablarás ni en qué región de este viajero país vas a habita. El único norte, aquí, es un río, que por un motivo desconocido, siempre divide en dos el territorio.

            Sólo existe una ventaja para los tabianos: no viven de recuerdos…
 


Estiepen: el país de las serpientes



Parecen humanos y acaso lo son, a no ser porque mudan de piel y pueden ser jóvenes siempre. Son descendientes de las serpientes que al principio de la historia se arrastraban por los suelos y se enredaban en los árboles. Con el tiempo comenzaron a erguirse, a inventarse sus extremidades, a copiar las maneras de los hombres que las mataban y les gritaban traicioneras. No todo lo que repta  se humilla y por ello se levantaron de la tierra. Con esto demostraron que su veneno no es tan ponzoñoso, ni tan verdadero, como el que se destila fuera de su patria, ahí, donde habitan los que no pueden mudar sus maneras y sus costumbres…





Brochetas



para Karim Eudave



Mi madre nunca fue buena cocinera. Todo se le quemaba, todo. Literalmente vivimos de las buenas intenciones e su desarmado amor, porque nunca pudo erguirlo, por lo menos en dirección nuestra. Y en esa necesidad idiota de demostrarle al mundo que nos quería, como una cosa natural, nos sentó a la mesa a mí, a mis hermanos, y nos sirvió para desayunar — ya les dije que no tenía ninguna noción en la cocina— su corazón en brochetas, que nos tragamos a la fuerza y a todos nos hizo repetir su mal.





La víbora no



No es una pitón ni una cascabel, ni siquiera coralillo, mucho menos una cobra, es sólo una boca venenosa, su poder seductor consiste en llevar la contra siempre. Ha hecho del no, y de su intolerancia a todo un aforismo que se enrosca en sí como su cola, pero que en realidad no llega a morder…



*Los textos fueron tomados del libro Para viajeros improbables, Arlequín, 2011, por cortesía de la autora.

Página web: Cecilia Eudave 


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