Luis Alberto Chávez Fócil. Profesor de teatro, egresado del Instituto “Andrés Soler”, ciudad de
México. Estudió dos años de cinematografía en el CUEC (UNAM). Ha publicado
textos artesanales y de autor en los géneros de cuento corto (humor),
dramaturgia y prosa poética. Ejerce trabajo periodístico en el sureste de
Veracruz, donde radica.
Hipocondría
—Me duele el pecho —le dije a la persona que me
recibió—, las piernas y también me duele la cabeza, creo que el hígado me está
molestando al igual que las rodillas y la cadera.
—Qué extraño —dijo la persona que me
recibió— los espíritus no tienen carne, no tienen cuerpo.
Causales
—Así que usted se deja llevar por sus malditas pasiones
—dijo el juez.
—Sí señor —respondió el hombre—, si
gusta se las presento.
—A ver —dijo el juez.
Y entraron a la sala dos morenas como
de 1.78 de estatura, 90-62-90 (una de ellas de ojos verdes).
—Nooo, pues tiene usted razón —dijo el
juez.
¡Arriba corazones!
Esa mañana Dios se levantó muy optimista y
mencionó.
—¡Tengo un plan B para salvar al mundo!
Entonces, uno de sus ángeles se acercó
y le dijo.
—Señor, ya vamos por el plan W.
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¡Por este pinche medio se les recuerda que hoy
tenemos reunión en el local que ya conocen, hijos de la chingada!
Neuróticos Anónimos
Angustia
El niño, inocente como todos, se acaba de tragar
una moneda.
La angustia del
papá es enorme: la moneda es de oro.
Déjà vu
—Oye, tú, ¿no nos hemos visto antes?
Le dije al chimpancé, nada más por
molestar.
—Claro —dijo solemne— yo soy tu padre.
1 comentario:
Muy buenos. Encantadores.
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