Hilario Martínez
Arredondo (1972). Nací en Ciudad de México cuando el cielo aún era claro y no se
tenían tantas preocupaciones. Estudié la carrera de medicina en el Instituto
Politécnico Nacional; la especialidad en Ortopedia y subespecialidad en Cirugía
Articular, en la UNAM. Para no entrar en la dicotomía de los hijos divorciados,
soy profesor de Anatomía Ortopédica para ambas universidades. Fui educado entre
libros viejos y música de trova, así que me volví un hombro viejo antes de que
aparecieran las primeras canas. De mi mamá, aprendí el vicio por vivir, quien
al morir me dejó su canto; la dureza y sabiduría de mi padre me volvió terco,
loco y taciturno, lo cual a veces no es bueno para mis hijos que me ven como
búfalo que rumia encerrado detrás de los libros, y que solo sale para regañar. Escribo porque mi esposa (quizá en su afán de
tenerme entretenido para que no me ponga iracundo) insistió en que toda esa
maraña de cosas que le platico quede plasmada en una hoja de papel (al parecer
no le basta con los libros que tenemos, por eso la quiero). Así que, en mis
ratos de ocio, entre clases de cirugía y estudio me encierro en mí mismo, como
tortuga, y escribo.
Torre
Eiffel
Todo era cuestión de
poner cables de tensión, un amarre por acá, otro por allá y listo, ahora a
esperar que la integridad de esta sujeción soporte firme la fidelidad ante las
curvas de la nueva secretaria.
La
selva encendida
Veo desde acá arriba los
pequeños puntos que dibujan la ciudad y pienso en toda esa gente disfrutando
sus placidas vidas. Y tiro la bomba.
Salomé
Al sensual movimiento de
su cadera y brazos, se suma el ondular de su vestido. Ante la natural
resistencia de la gente, la muerte ha tenido que modernizar su modo de atraer a
los clientes.
Amor
otoñal
Sólo cenizas quedaron de
aquel encuentro increíble, no sabían de los riesgos de encender de nuevo la
llama de la pasión.
Desasosiego
El hueco oscuro al final
de la escalera me mira con curiosidad, como queriendo indagar por qué no subo y
traspaso el umbral de la realidad alterna que me ofrece, por qué me quedo en
esta triste y vacía vida; pero sólo doy la vuelta y me alejo. De niño caí por
ese agujero muchas veces, y en todas las realidades fui infeliz.
7 comentarios:
Un gran orgullo y satisfacción el conocerlo doctor usted un hombre de paso suave mano firme y mirada que transparenta su inteligencia gracias por compartir lo que escribe saludos
Maravillosa persona y profesionista, es un honor leer y contemplar sus agridulcesensuales escritos!!!
Hilario: ejemplo de que la cirugía y la relajación pueden ser eternas amigas!
Me felicito por conocerte
Atentamente un aprendiz de Cirujano; Alberto Espinosa Mendoza
Hilario : ejemplo de que la cirugía y la relajación pueden ser eternas amigas!!!
Felicitome por ser tu amigo
Atentamente un aprendiz de Cirujano
Alberto Espinosa
Como escribiria un maestro de la narrativa mexicana: "su vida, una minificción". Saludos Hilario
Salomé fue mi favorita, gracias por todas sus enseñanzas, en mi mente y corazón quedaron grabadas.
Hilario es grato, ver que te has convertido en un gran Medico humano
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