viernes, 24 de octubre de 2014

Federico Traeger


Federico Traeger nació en la ciudad de México en 1958. Sus cuentos han sido publicados en algunos periódicos y revistas en México, Francia, España y Estados Unidos. Es autor de la novela Haz el amor y no la cama, alfaguara, 2013 y coautor de las novelas Amores adúlteros y Amores adúlteros… el final, bajo el sello de Alfaguara y el libro de cuentos y aforismos Lo que no mata enamora, editorial Planeta. Es autor de los libros de cuentos Epidemia de comas, editorial Palabra y Voz, El día del informe, ediciones Universal y forma parte de las colecciones: Voces intencionadas, Los cuentos del miércoles y Relatos mínimos. Actualmente prepara un libro de microrrelatos y una novela.[1]



Decisión tomada

Funciona. Retroceder mentalmente hasta cuando no te conocía ni te deseaba ni te necesitaba porque no habías llegado a mi vida, funciona. El tiempo es elástico y maleable. Mantener mi presente en un pasado en el que no estabas conmigo, es la medida correcta. Gracias a remontarme años atrás, tus golpes sobre la puerta, tu llanto, tus gritos, no me conmueven. Cada vez son más débiles tus súplicas. Sin agua, el cuerpo humano sobrevive tres días. Hoy se cumple el tercero. La mente es curiosa. Por un lado sé que estás adentro de la biblioteca. Sé que cerré la puerta con llave para saber si puedo vivir sin ti. Y puedo. Anoche seguramente llegó a tu olfato la pierna de cerdo que estuve horneando durante seis horas.  En cuanto hay un asomo de arrepentimiento de mi parte, me distraigo, cocino, lavo, podo las plantas del jardín, paseo a los perros. Y mi cerebro se queda, al mismo tiempo, en la época en la que no eras porque no estabas. Es probable que nunca más vuelva a entrar a la biblioteca. Y eso me da seguridad. La vida es de quienes tomamos decisiones sin cuestionarlas nunca.


Estrategia

Para conquistarla, le hizo el amor.
Para reconquistarla, se la cogió.

Novela en cuatro entregas

Se inclina. La admiro. El esposo me persigue. La felicidad me alcanza.


Autogénesis

Cuando finalmente pude ver con claridad, me encontré con mi antimirada, mi antienergía, mi antiyo y… me quité la antivida.


El escarabajo del tiempo

Primavera del año mil setecientos setenta y seis. Cuatro soldados británicos se independizan del ejército que se retira vencido hacia el mar de vuelta al viejo continente. El cuarteto se interna por el bosque norteamericano, tocando con una gaita, un tambor y un par de flautas, una alegre marcha improvisada. Las notas sencillas e inolvidables llegan a las flautas espontáneamente, la gaita y el tambor se ajustan con facilidad y es tal el placer de los músicos, que no paran de tocar esa melodía nueva y liberadora. Las sombras cobran espesor. Los ingleses andan extasiados, estrenando su composición entre los troncos gigantescos y se escucha un chasquido distante. Los mosquetes de chispa de fusileros americanos aciertan; los compositores caen, violentamente confundidos, hacia el silencio. Exactamente dos siglos después, a un músico británico le roba el sueño una tonada. Acude al llamado de la musa y al día siguiente toca la canción frente a sus tres compañeros. Más que escuchar, parecen reconocer la melodía. Semanas después, un submarino amarillo navega las voces del mundo.


[1]Semblanza y Textos inéditos, cortesía del propio autor.


miércoles, 15 de octubre de 2014

Ermilo Abreu Gómez


Ermilo Abreu Gómez (Mérida, 1894 - ciudad de México, 1971). Escritor, profesor y crítico mexicano. Inauguró los estudios neocolonialistas desde su profundo interés por el período prehispánico. Fruto de esa fascinación es su obra principal, Canek (1947), que recibe su título de Jacinto Canek, personaje que en 1761 dirigió una rebelión contra los españoles. Enamorado de los temas y leyendas de su país desde una perspectiva nacionalista, escribió El Corcovado (1924), Quetzalcóatl, sueño y vigilia (1947), Martín Luis Guzmán (1968), obra sobre la vida de un escritor y revolucionario mexicano contemporáneo y La vida del venerable siervo de Dios, Gregorio López. Asimismo es autor de una autobiografía novelada, de cuentos infantiles y de diversos estudios literarios sobre sor Juana Inés de la Cruz, Ruiz de Alarcón y el Quijote.



Uay poop


Uay Poop es un ave negra con alas como escamas que sólo vuela a media noche. Es un ave carnicera en cuyo cuerpo se mete el espíritu maligno de Kakasbal. A veces Uay Poop cae sobre sus presas y las levanta con sus garras y remonta el vuelo y se aleja y se pierde en la oscuridad. De sus víctimas jamás se vuelve a saber nada.



Las alas de la mariposa


Una mariposa perdió sus alas y se echó a llorar y su amigo Tamaychi le dijo:

          —¿Por qué lloras?

          —Perdí mis alas.

          —Sigue mi consejo y serás feliz.

          —Lo seguiré cualquiera que sea.

          —Camina hasta que llegues a esa lomita.

          —¡Está muy lejos!

          —Pues sólo si llegas a ella podrás ser feliz.

          —Iré entonces porque sin alas me siento morir.

         La mariposa se puso a caminar y a caminar y así caminando llegó a la lomita, a tiempo que caía el sol. Pero estaba tan cansada que se quedó dormida y soñó entonces que tenía alas y que volaba y volaba. Cuando despertó, Tamaychi se le acercó y le dijo:

          —Te veo feliz mariposita.

          —Oh, sí muy feliz. Soñé que tenía alas y que volaba.

          —Sigue soñando, que la felicidad soñada, ya es felicidad.



Agua serenada


Beber agua serenada es como beber agua de luceros. La gente tiene la costumbre de sacar por la noche una jarra de agua para que reciba el sereno. Al día siguiente muy de mañana, se recoge y se guarda. Para los enfermos del corazón no tiene precio. Unos se alivian y otros se mueren pero éstos llegan a la muerte con gran serenidad.



Exhalaciones


Cuando en noche clara, rueda por el cielo una exhalación, hay que hacer tres cosas: persignarse, decir ¡Ave María Purísima! Y pedir algo que sea, al mismo tiempo, lícito y soñado.



Nubes


Cuando los fantasmas duermen, las nubes son blancas; vuelan despacio para no despertarlos. Los mecen y los llevan lejos. Cuando los fantasmas despiertan, las nubes se vuelven grises y se agazapan en el horizonte. Cuando los fantasmas se enfurecen, entonces las nubes se tornan negras, se agrietan y estallan.

viernes, 3 de octubre de 2014

Daniel Arturo Casanova Gómez


Daniel Arturo Casanova Gómez (Cd. del Carmen, Campeche, 16 de abril de 1969). Labora en la Universidad Autónoma del Carmen desde 1998. Es egresado de la carrera de Filosofía de la Universidad del Valle de Atemajac (Guadalajara, Jal., 1997). Tiene la Especialidad en Docencia y Asesoría de Calidad por la UNACAR, 1999. Egresado de la Maestría en Creación y Manejo del Idioma Español por la UNACAR - SOGEM en 2010.
Ha publicado algunos poemas en la revista Acalán de la UNACAR. Ha participado como ponente en diferentes en congresos nacionales e internacionales de "Lógica" y en varios Seminarios y Ferias de Lectura Nacionales e Internacionales.  En 2009 participó en la ExpoCiencias Mundial en Túnez con el proyecto de promoción de la lectura Liber-A-Nos Petit de Promoción de la Lectura, asesorando a dos alumnas de la Esc. Preparatoria de la UNACAR. Actualmente es Coordinador General del Proyecto Liber-A-Nos de Promoción de la Cultura Escrita que está funcionando desde 2004.
También es Coordinciertoador Regional de la Academia Mexicana de Lógica e integrante del Programa Nacional de Salas de Lectura que depende de CONACULTA. Fue coordinador del Programa Universitario de Lectura de la UNACAR con las actividades Isla de Letras y Tardes de Poesía. Actualmente es profesoren la Universidad Ineramericana paraDesarrollo (UNID) sede Ciudad del Carmen. Pero sobretodo es lector y promotor de la lectura.



El hombre mosca


Hijo, recuerda que así como dijo Bacon en su Novum Organum que es imposible que vean lo mismo los que toman agua que los que toman vino; tú debes tomar mucho vino para que puedas ver con todas tus pupilas lo complejo e irreal que es este mundo.


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Hijo recuerda que las mejores paredes para escalar son las de los edificios prehispánicos. 
¿Por qué señor?
Recuerda que la mezcla que emplearon para unir los bloques de piedra tiene miel pura de abeja.


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Hijo, recuerda que un contratiempo muy frecuente es el vértigo; ¿crees que las moscas se frotan las manos porque se imaginan los sabores? No, lo que hacen es practicar sus ejercicios de Brandt y Daroff, además de la maniobra de Epley.


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La naturaleza humana tiende al bien. La naturaleza de la mosca, también. El problema es que el animal no lo sabe, por eso es indeciso, se equivoca tanto e insiste neciamente en su equivocación


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Señor, ¿Cuánto tiempo debo estar colgado del techo?
No hijo, recuerda que tú no estás colgado. Los que están colgados son todos los otros seres del mundo.


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Oye viejo, ¿no has notado que el chamaco está muy cambiado?
Uy vieja, y lo que le falta. Es un cambio muy profundo, es como una metamorfosis lo que estás viviendo.


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Ay viejo, no le deberías decir esas cosas al niño, no vaya a ser que quiera volar.
Ay vieja, ese chamaco llegará muy alto.
Por eso, no le digas porque la caída puede ser muy dolorosa.
Vieja no mam...