Braulio Guerra Mendoza, mejor conocido como “Mago”, estudió Ciencias de la
Comunicación. Ha publicado 5 libros enfocados, principalmente, en el contenido
juvenil e infantil: (Micro) Intentos para encontrarme, Corazones de
estambre, Narraciones ordinarias de criaturas extraordinarias, Compilación
de microcuentos del mago, 8 cuentos sobre el espíritu animal. También,
es el autor de la comunidad de microcuentos en Instagram y Facebook “@historiasmago”.
Estudió el máster
en Escritura Creativa impartida por la Universidad de Salamanca, España. Ha
formado parte de los cursos de Literatura Juvenil e Infantil en la Fundación
SM, México. Fue becario del Festival Internacional de Escritores de San Miguel
de Allende. Ha ganado algunos premios literarios y participado en varias
antologías. De igual forma, cuenta con un posgrado en Escritura Creativa,
Estilo y Creatividad, por parte de la Universidad Internacional de Valencia,
España. En estudios astronómicos, cursó el Grado de Experto Universitario en
Astronomía Observacional, otorgado también por la Universidad Internacional de
Valencia. Su tiempo libre lo continúa para tomar cursos sobre Astronomía y
Literatura, dar talleres de Escritura Creativa y generar actividades de fomento
a la lectura con niñas y niños.
Licántropos
Al completarse el alunizaje, los astronautas salieron
eufóricos de la nave. Brincaban y corrían de un lado a otro, mientras se
quitaban los trajes espaciales. Cuando quedaron desnudos, sus cuerpos se
metamorfosearon, liberando a su verdadero ser. Los aullidos de alegría
resonaron con tal fuerza que se escucharon hasta la Tierra.
«Aquí yace el mejor lector»
El día que falleció don Augusto Montero, guardián de
la biblioteca pública, las letras salieron de sus libros para acompañar a su
mejor amigo hasta el cementerio. Marcharon por las calles de la ciudad,
cargando con reverencia el féretro en el que iba don Augusto. Las vocales y
consonantes estaban tan deprimidas que, sin darse cuenta, formaban en su andar
las oraciones más tristes. Al llegar al panteón, depositaron en su tumba al
hombre que por años había cuidado de ellas, y se acercaron una por una para darle
el último adiós. Como agradecimiento por su cariño, las letras se turnan todos
los días para volver al cementerio y regalarle los epitafios más bellos.
La magia del cien
Los seres mágicos se vieron relegados por la
deforestación de su bosque encantado. Unicornios, duendes, hadas y centauros se
vieron forzados a adaptarse al mundo de los humanos. Desesperados por
sobrevivir, su única opción fue venderse a los grandes estudios
cinematográficos como objetos de utilería. Ahora, como simples elementos en
escena, dan vida a los sueños de aquellos que, paradójicamente, arrasaron con
los suyos.
Carónticos
En el aire, los pájaros capturan las almas en el
momento en que dejan los cuerpos. Los recién fallecidos son llevados a su lugar
de descanso por estas aves. Los pájaros colaboran con los ángeles quienes, con
sus grandes alas, trasladan el espíritu de los bienaventurados hacia los cielos
para su descanso eterno. Por su parte, las aves, a menudo consideradas ángeles
fallidos, deben conformarse con descender al inframundo para transportar a
aquellos que llevaron vidas más oscuras. Cuando una de ellas se me acerca en el
parque, me cuesta no creer que busca algo más que las migas de pan en mis
bolsillos.
Vanidad
Dispuesto a cualquier
cosa con tal de ser eternamente bella, entabló una relación con un vampiro.
Desde hace varios siglos, ruega por volver a contemplar su rostro en el espejo.
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