viernes, 5 de abril de 2024

Braulio Guerra Mendoza

 


Braulio Guerra Mendoza, mejor conocido como “Mago”, estudió Ciencias de la Comunicación. Ha publicado 5 libros enfocados, principalmente, en el contenido juvenil e infantil: (Micro) Intentos para encontrarme, Corazones de estambre, Narraciones ordinarias de criaturas extraordinarias, Compilación de microcuentos del mago, 8 cuentos sobre el espíritu animal. También, es el autor de la comunidad de microcuentos en Instagram y Facebook @historiasmago”.

            Estudió el máster en Escritura Creativa impartida por la Universidad de Salamanca, España. Ha formado parte de los cursos de Literatura Juvenil e Infantil en la Fundación SM, México. Fue becario del Festival Internacional de Escritores de San Miguel de Allende. Ha ganado algunos premios literarios y participado en varias antologías. De igual forma, cuenta con un posgrado en Escritura Creativa, Estilo y Creatividad, por parte de la Universidad Internacional de Valencia, España. En estudios astronómicos, cursó el Grado de Experto Universitario en Astronomía Observacional, otorgado también por la Universidad Internacional de Valencia. Su tiempo libre lo continúa para tomar cursos sobre Astronomía y Literatura, dar talleres de Escritura Creativa y generar actividades de fomento a la lectura con niñas y niños.

 

 

 

Licántropos

 

Al completarse el alunizaje, los astronautas salieron eufóricos de la nave. Brincaban y corrían de un lado a otro, mientras se quitaban los trajes espaciales. Cuando quedaron desnudos, sus cuerpos se metamorfosearon, liberando a su verdadero ser. Los aullidos de alegría resonaron con tal fuerza que se escucharon hasta la Tierra.

 

«Aquí yace el mejor lector»

 

El día que falleció don Augusto Montero, guardián de la biblioteca pública, las letras salieron de sus libros para acompañar a su mejor amigo hasta el cementerio. Marcharon por las calles de la ciudad, cargando con reverencia el féretro en el que iba don Augusto. Las vocales y consonantes estaban tan deprimidas que, sin darse cuenta, formaban en su andar las oraciones más tristes. Al llegar al panteón, depositaron en su tumba al hombre que por años había cuidado de ellas, y se acercaron una por una para darle el último adiós. Como agradecimiento por su cariño, las letras se turnan todos los días para volver al cementerio y regalarle los epitafios más bellos.

 

 

La magia del cien

 

Los seres mágicos se vieron relegados por la deforestación de su bosque encantado. Unicornios, duendes, hadas y centauros se vieron forzados a adaptarse al mundo de los humanos. Desesperados por sobrevivir, su única opción fue venderse a los grandes estudios cinematográficos como objetos de utilería. Ahora, como simples elementos en escena, dan vida a los sueños de aquellos que, paradójicamente, arrasaron con los suyos.

 

 

Carónticos

 

En el aire, los pájaros capturan las almas en el momento en que dejan los cuerpos. Los recién fallecidos son llevados a su lugar de descanso por estas aves. Los pájaros colaboran con los ángeles quienes, con sus grandes alas, trasladan el espíritu de los bienaventurados hacia los cielos para su descanso eterno. Por su parte, las aves, a menudo consideradas ángeles fallidos, deben conformarse con descender al inframundo para transportar a aquellos que llevaron vidas más oscuras. Cuando una de ellas se me acerca en el parque, me cuesta no creer que busca algo más que las migas de pan en mis bolsillos.

 

 

Vanidad

Dispuesto a cualquier cosa con tal de ser eternamente bella, entabló una relación con un vampiro. Desde hace varios siglos, ruega por volver a contemplar su rostro en el espejo.

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