Sergio Fabián Salinas Sixtos
nació en la Ciudad de México. Ingeniero metalúrgico por la Universidad Autónoma
Metropolitana. Publicó sus primeros microrrelatos en la edición mexicana de la
revista Asimov
Ciencia Ficción, números. 7, 9 y 12; y la revista El oscuro retorno del hijo del ¡Nahual!, número 7. Después de
abandonar la escritura por un tiempo, se reencuentra con ella y ha publicado
cuentos en las antologías: Érase una vez…
un microcuento (España), Cryptonomikon
VI (España) y Lectures du Mexique, une anthologie vivante.
Vivir en el limbo
Tenía varias vidas gracias a Cortázar,
Bolaño y los libros imposibles de Borges. A veces era un cronopio pequeñito, un
detective salvaje o se perdía en los laberintos de Babilonia. Al regresar a su
vida ordinaria enfermaba y sólo unas gotas de literatura lo aliviaban.
Desayuno con mermelada
La hora del desayuno; mi
hermana sintoniza el noticiero en la televisión, el comentarista narra con
solemnidad: "Se cayó la torre de Pisa"; seguido
por una breve semblanza histórica del monumento y a otra cosa mariposa.
—Una
lástima, tan bonita torre —dijo mi mamá sin dejar de untar mermelada al pan.
Papá dio un
largo sorbo al café e impasible siguió leyendo el diario.
Mi hermana
simuló ser una torre que caía con sonidos de onomatopeyas incluidos.
Miré la
imagen de los escombros de la torre y sin saber por qué comencé a llorar.
Philadelphia derringer
La puerta se abrió, el corredor
estaba iluminado por un candil solitario. El sonido de las pisadas apenas era
perceptible. La representación había sido ensayada con precisión matemática. El
acto más grande de su vida estaba por comenzar, el país y el mundo entero
hablarían de su interpretación en los próximos días. Una cortina y el
escenario, la apartó con un enérgico movimiento y John Wilkes Booth se situó
frente al público y la gloria; apuntó con la pasión del histrión que cruza el
umbral de la inmortalidad y disparó a la cabeza de Abraham Lincoln una
solitaria bala de plomo redentor.
Lotería
Escuchó su nombre cómo quien
escucha el pregón de un vendedor ambulante. Alguien le tocó el hombro y dijo
que se dirigían a él, se volvió y susurró un gracias apenas perceptible. Se
sintió mareado, su nombre seguía zumbando en el ambiente y los compañeros de
oficina lo miraban con una mezcla de curiosidad, sorna y pena; él apenas lo
notó. Se dirigió dando tumbos a su escritorio y tomó sus pertenencias. Al salir
del edificio, había una nube de curiosos en torno a la puerta que lo señalaban,
murmuraban y algunos tomaban fotos. El embajador lo esperaba, hizo una pequeña
reverencia, él sonrió con timidez y el embajador asintió complacido. El
embajador emitió una serie de sonidos que un intérprete los capturó y tradujo.
Habló de la buena disposición de las culturas, de la cooperación mutua y del
sentido del deber hacia los propios congéneres. Él asintió nervioso —sudaba—,
su propio hedor lo avergonzó. El embajador lo palpó con sus antenas, confirmó
su identidad y dijo que él era el elegido. La gente aplaudió, algunos vítores y
silbidos. El embajador regresó a la cápsula que lo llevaría a la nave nodriza y
él lo siguió como un cordero.
Lluvia
La niña está sentada frente a la
ventana. En el exterior cae la lluvia persistente y las gotas golpean la
ventana. La niña mira con tristeza el jardín azotado por la borrasca. Lilas y
azucenas se tuercen y se doblan. Las gotas de agua dibujan un rostro en el
vidrio. La niña sonríe, extiende sus manitas y susurra: Mamá.
Sitio web:http://sergiosixtos.wordpress.com/
Contacto: cibernetes@gmail.com
Twitter: @cibernetes
5 comentarios:
Excelentes todos, Sergio. Con razón, formás parte de esta Antología.
Descubro en vos, un muy buen escritor.
Felicitaciones!
Me gustan los relatos. Muy buenos textos que por suerte el lector los sabe valorar. Saludos.
muy buenos relatos :)) eres un gran escritor
Sin duda tienes talento... Me fascina la forma en que escribes...kosa " "...
Orgullosa de ser su alumna tiene mucho talento...O ;-)
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