Rubén Bahena (México, D.F., 1983) es un
diseñador gráfico más, egresado de la UAM Azcapotzalco. Nunca ha estudiado nada
relacionado con la creación literaria (y se nota) salvo las clases y talleres
de literatura y redacción de la preparatoria. Escribe por el gusto de contar
historias que adquirió en muchas noches de narrar y jugar juegos de rol y
videojuegos, leer comics y tener amigas insomnes. Aún así ha logrado colarse
como ganador en un concurso de historieta de su alma mater (Empezar por el Principio VI, 2005) y
publicando en un compendio de minicuentos de la Ibero de León (Para Leerlos Todos, 2009).
Astrología
En las estrellas leía los augurios. Los
analizaba concienzudamente y estudiaba sus posibles significados. Los escribía
y archivaba en perfecto orden. Un buen día se preguntó qué hacía y se dio
cuenta que nadie leía su trabajo. Así que salió al aire libre y miró al cielo.
Al ver las estrellas
pudo leer historias, y no presagios.
También se sintió muy
solo... y pequeño.
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0
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Nunca le importó mojarse bajo la lluvia.
Ese día no era sólo
agua lo que llovía: caían también grandes gotas de melancolía y soledad que
tardaría en sacarse de la piel.
Fue debajo de ese
cielo que le vio, con sus ojos afables y su sonrisa clara.
El resfriado
emocional le atacó esa misma noche.
A
principios de abril
luego de la cena, esa noche de principios de
abril fueron juntos al parque, jugaron con sus palabras y acariciaron sus
corazones.
esa noche de principios de abril desataron y
recapturaron viejos titanes, antiguos demonios y monstruos marinos.
esa noche de principios de abril, nadie pudo
frenarlos, subieron a lo más alto de sus vidas y se dejaron caer...
abrazados...
juntos.
Clase
al aire libre
¿Qué es la lluvia —decía el viejo
centauro a su discípulo— sino las tristezas,
contenidas por mucho tiempo, de las almas solitarias del mundo, que ya no
soportan el cautiverio?
Pero era abril, y el
discípulo se entretenía mirando una mariposa y pensando en la manera de no
alimentar las nubes de la lluvia de junio.
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Con gran soltura se quitó los zapatos y los
pateó a un rincón. Subió un pie a la cama y quitó una media y luego la otra. Su
sonrisa pícara y radiante la acompañaba cuando deslizó el vestido completo
hasta el piso, dejando sólo su lencería sobre su piel. Su lencería y un collar
que él le había regalado. Desabrochó el sostén y lo aventó a la cama con un
movimiento descarado y desafiante. Soltó su cabello y dejó que cayera sobre sus
hombros. Cerró sus ojos y saboreó el momento. Luego de años de maltratos y sumisión,
era la primera vez que se sentía libre... al fin había enviudado.
Fotografía del autor: Itxill Osorio
Contacto: ruben.bahena@gmail.com
Contacto: ruben.bahena@gmail.com
Estoy muy orgullosa de ese Joven (':
ResponderEliminar& espero siga haciendo lo que mas le gusta & sabe hacer tan bien que es esto!
Te quiero mucho Ruben Suerte! :3
ME GUSTO MUCHOOO....SALUDOS
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