Nacido
en Nueva Rosita, Coahuila, criado en Morelos. Es egresado del Diplomado en
creación literaria de la Escuela de Escritores “Ricardo Garibay” del Estado de
Morelos (ICM/SOGEM). Estudió Letras Hispánicas en el CIDHEM.
Ha publicado el libro de poemas
Imaginando sueños (Editorial
ACD, 2000), y los libros de minificciones Estos
pequeños monstruos, Absurdos y Había una vez un blog. Ha publicado
textos en periódicos estatales y nacionales, páginas de internet y revistas
como Voz en Tinta, Atemporia, El Perro Andaluz, México
Volitivo, ConVersa y La Piedra.
Primer lugar de Poesía en los Juegos Florales Cuernavaca 2010
Bicentenario con el poema “Los que amasan la tierra”.
Ganador del primer concurso de minificción por twitter de revista La Piedra.
Es el ganador del XI Concurso Nacional de Cuento “Juan José Arreola”
con el libro Dios en un Volkswagen
amarillo.
Tiene una columna literaria semanal titulada “En el ápice” en el
diario el Regional de Morelos.
Incluido en la compilación internacional de poesía erótica Garage 69, publicada por la editorial
Cascada de Palabras de México, D.F.
Incluido en la selección de 100 minificciones finalistas del
concurso latinoamericano de Hipérbola.org (twitteratura:
concurso de nuevas narrativas).
Se incluyen algunos de sus cuentos en la compilación best-seller de editorial Gandhi: El último libro del mundo.
La
fe
El autor decide
prenderle fuego a toda su obra por ser poca realista y se suicida. En el bosque
encantado, un leñador huye de las llamas rezando al cielo por su salvación.
Del
amor y otros fetiches
Se dedicó al
encantamiento de letras y números ―casi siempre por encargo― durante toda su
vida. Un romance furtivo con un guión largo tuvo una sorpresa inesperada.
―0―
Un hombre lee toda su
vida de cabeza. Una mañana, harto de empezar siempre por el final de cada
libro, decide leer de pie y llora con esos principios tan vacíos y desoladores,
donde nadie muere.
―0―
Existe un mundo donde
cada ser y cada cosa nacen con su nombre escrito en la espalda. Sólo puede ser
leído por otros. Algunos mueren sin saber nunca quienes son. En ese mundo nadie
sabe hablar.
―0―
Los libros más viejos se reúnen cada noche y toman entre sus manos a
pequeños humanos empolvados. Soplan sobre ellos y luego los comienzan a leer
antes de irse a dormir.
Email: eblanco@gmail.com
Twitter: http://www.twitter.com/elephra
1 comentario:
Fetichista no del amor, sino del disparate. Saludos.
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