David Chávez (Colima, México, 1981). Es doctor en
Literatura Latinoamericana por la Universidad de Concepción, Chile. Ha
publicado Zapping (cuento, 2011) y es
coautor de Historias de Las Historias.
Antología de minificción (Ediciones del Ermitaño, 2011), Silencio Habit(u)ado, Figuración de instantes, Son de marzo y Objeto directo (editados por la Universidad de Guanajuato/ANUIES),
así como de Cola de cuija (SOGEM, 2003).
Ha
publicado en las revistas El Subterráneo
(Morelia), El Universo del Búho (DF),
Barca de Palabras (Zacatecas), Fix100 (Perú) y Litterae Internacional (Chile), en los suplementos AltaMar, Cartapacios, Andante, Ágora, Zafra (Colima), Acento
(Morelia), Rodeo de Palabras (Sonora)
y La Jornada Semanal (DF).
También
ha sido becario del Fondo Estatal para la Cultura y las Artes (FECA) Colima
2010 en Creación literaria: Cuento. Le gusta escuchar música mientras escribe,
asolearse mientras camina por las calles y cocinar mientras platica.
Precaución
Disculpe la modestia: hombre trabajando...
Raíz
Raíz: Órgano matemático de las plantas que se ha de
multiplicar por sí misma una o más veces para obtener un número determinado. //
Cada uno de los valores que puede tener la incógnita de una ecuación ejecutada
en una rama. // Parte de las plantas y los árboles que crece como un conjunto
de fonemas mínimo e irreductible que comparten las palabras de una misma
familia: follar, follase, follaje.
La
primera vez que conocí el mar…
Ese día caminaba presuroso de
la mano de mi madre, sorteando charcos nauseabundos y cabezas de pescado, como
si me moviera entre una gigantesca sopa podrida. “Los tiraron mar rieles tren
comadre llore no más sabemos”, escuché que la vieja le decía a mi madre. Ajeno
a todo, solté su mano y corrí hasta llegar al muelle. Imaginé entonces a mi
padre trabajando en el fondo del mar, junto con otros hombres, construyendo un
camino para que el ferrocarril submarino hiciera más fácil mover los sacos de
mariscos que los pescadores amontonaban abajo, en el embarcadero. La brisa
marina comenzaba a mojarme la cara y el viento latigueaba. Estaba seguro que
había sido mi padre quien enviaba esa comida. Pero ya no quería comer más
mariscos.
2014 árboles había en ese bosque
Dicen que antes, cuando alguien quería
guardar un secreto, buscaba un árbol en una montaña. Cuando lo encontraba
tallaba un hueco y confesaba en él lo que no quería que se supiera. Luego
sellaba el hueco con barro. Así nadie nunca sabía lo que había ocultado en él.
Sin embargo, después de hacer lo anterior, aquel que había guardado su secreto
regresaba a casa sin mirar atrás. Nunca nadie veía cómo los pájaros Tdzum, que
anidan en los árboles haciendo un hueco y sellándolo con barro, confundían el escondite
del secreto con sus nidos. Nadie sabía, tampoco, que entre las plumas de los
pájaros Tdzum, con las que se elaboraban los almohadones de plumas, habitan
diminutos seres que llegan a crecer como bichos gigantes y horrorosos que se
alimentan de sangre mientras susurran al oído de su víctima secretos de antaño,
crímenes, robos, asesinatos, bajas pasiones y amores ocultos que ocasionan a
quien los escucha indescriptibles angustias mientras va consumiéndose poco a
poco, hasta que muere.
Escenas I
Como si hubieran salido de un poema de Girondo se
contemplan, se desgarran, se muerden, se miran, se gustan, se desean, se besan,
se respiran, se olfatean, se apetecen, se chupan, se babean, se enlazan, se
entregan, se penetran, se acoplan, se menean, se acometen, se entrechocan, se
apresan, se retuercen, se estremecen, se estiran. Luego él se fue, moviendo la
cola, como diciéndole adiós.
Página web: texticulario
Contacto: davechavez@gmail.com
Tiene un corte más intelectual este autor.
ResponderEliminarMe gustó el 2014, me reivindicó ese final de Quiroga que no disfruté.
Escenas I y 2014 son Los Textos.
ResponderEliminarGracias, Yunuén y Andrés... hay más en www.texticulario.blogspot.com
ResponderEliminarsaludos!
David, están muy chidos tus cuentos! Breves, pero "inmarsivos" oníricamente, y cuando uno sale, queda aún empapado de ellos... No te voy a decir que llegué a esta página buscando "cara de cuija" y apareció la foto e hice clic (porque me preguntaba por qué salía) porque puede sonar extraño, pero en todo caso, no tengo yo la culpa, la ha tenido google, pero en este caso ha sido para buena fortuna mía. ¡Enhorabuena!
ResponderEliminarGracias a todos/as... más textos en www.texticulario.blogspot.com
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