María
del Mar Téllez Romero (Tlalnepantla de Baz, Estado de México, 1978).
Especialista en ingeniería de espacios y narraciones fantásticas. Es ingeniera
civil por la Universidad La Salle y maestra en Literatura y Creación Literaria
por el Centro de Cultural Casa Lamm; cuenta con un diplomado en Laboratorio
Creativo de Novela por el Instituto Cultural Helénico. Es autora del libro De
Catrina y Purgatorio (Editorial Litera, 2020). Participa en las antologías Rigores
y Atrevimientos (Narrativa y Ensayo del Helénico V, 2012), Lamento de
zángano (Editorial Litera, 2018), Amory (Editorial Litera, 2020), 50
frutos Des-generados (Las tejedoras proyecto literario, 2024). Ha tenido
participación en Andrómeda
Radio con la lectura del cuento “Purgatorio”, en la voz y edición de Leo
Carreón, 2021, y publicó en el Blog FiloPalabra el cuento “Libre de Culpa”,
2022 y “El frío”, 2022. Participó en el Círculo de lectura del
Centro de Información y Documentación de la Facultad de Estudios Superiores
Acatlán con la presentación del cuento “Catrina”, 2024. Participó en la
exhibición colectiva Naucalpan en las letras con el cuento “Revolver”, 2024. Imparte en Extensión Cultural de la Facultad de
Estudios Superiores Acatlán un taller de escritura para la creación de cuento.
Contacto:
delmarmexico78@gmail.com
Luna
No
soy una pelota, tampoco la guarida de un conejo. Nadie ha pisado mi corteza ni me
ha clavado una bandera. Las olas no me alcanzan por mucho que se empeñan.
Aunque los enamorados lo prometan jamás podrán bajarme. Sin embargo, me gusta
la fama y saberme inalcanzable.
Metamorfosis
Si
por la mañana al despertar tuviera dedos en lugar de alas y piernas en donde están
mis patas, o peor aún, ojos simples que no vieran las cosas en multiplicación,
no valdría la pena vivir. Con eso soñaba Gregorio Samsa mientras su cuerpo de
humano se acurrucaba.
Desmenuzar
A
pesar de que Jack disfruta hacer las cosas por partes, en el interior de su
alcoba las cosas íntimas no se ordenan ni enumeran. Los pantalones conviven en
los cajones de las medias, las píldoras ruedan junto a las navajas, los libros
de aventuras se rozan con los de cocina. Pero eso lo mantiene oculto. Prefiere
que piensen que a él le gusta ir por partes y desmenuzar con técnica.
La
rutina
Ayer
decidí ser traviesa, un poco atrevida. Me aventuré y salí diez minutos antes.
Al llegar a la parada del autobús dejé pasar el primero y el segundo, abordé
hasta el tercero. Ocupé el asiento del fondo en lugar del que está detrás del
conductor. La colisión se dio justo cuando me senté. Hoy, con el brazo enyesado
afirmo que es muy peligroso abandonar la rutina.
Una
más
Cada
mañana antes de abrir los ojos, ella estira las manos por encima de la cabeza.
Con las yemas roza el pergamino. Inhala profundo y sus pulmones se llenan con
el olor de la tinta fresca. El aroma la recorre por dentro hasta anidarse en su
cerebro. Cuando su corazón se agita, lo sabe. Ya tiene la inspiración para escribir
otra historia y sobrevivir una noche más.
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