En un principio fue el cuento
Por Heliogábalo Basílides
El cuento tiene de todo y para
todos, como lo demuestra la siempre ingeniosa voz popular en dichos, refranes,
aforismos, lugares comunes y otras expresiones coloquiales por el estilo, de
manera que el cuento es y está en todas partes. He aquí algunos ejemplos:
—Cuento eres y en cuento te
convertirás.
—De tal cuento tal cuentista.
—Todo cabe en un cuentito
sabiéndolo acomodar.
—Cuento que nace torcido ni
como novela endereza.
—Todos los caminos conducen al
cuento.
—No hay cuento que por bien no
venga.
—Vale más cuento en la mano que
mil historias volando.
—No tengo un cuento donde
caerme muerto.
—Cada cuento un amor,
—El que mucho abarca poco
cuenta.
—El buen cuentista donde quiera
cuenta.
—La cuentista de los huevos de
oro.
—Nunca acaricies un cuento
porque lo vuelves un cuento vicioso.
—El cuento con sangre entra.
—Sangre, sudor y cuento.
—El que a buen cuento se
arrima, la brevedad lo cobija.
—Más vale cuento que dure que
novela que canse.
—El cuento es de quién lo
trabaja.
—A fuerza ni los cuentos
entran.
—Cuentos le pido a mi Dios, y a
los contadores nada.
—Ajonjolí de todos los cuentos.
—A la mejor cuentera se le va
un cuento entero.
—Aquí sólo mis cuentos truenan.
—A las mujeres bonitas y a los cuentos
buenos, los echan a perder los novelistas.
—Al buen cuento darle prisa.
—¿Hubo alguna vez once mil
cuentos?
—Al cuento lo que pida.
—Al cuento lo que es del
cuento.
—Algo se saca del cuento que se
mete.
—Amarren a sus novelas porque
mi cuento anda suelto.
—Por sus cuentos los
conoceréis.
—El que esté libre de cuentos
que arroje la primera piedra.
—Perdónalos, Señor, no saben lo
que cuentan.
—Dejad que los cuentistas se
acerquen a mí.
—Cuento viejo, ni te olvido, ni
te dejo.
—Andar como el diablo, de
cuentero entre los muertos.
—Antes de entrar a las espinas
del cuento, ponte los huaraches.
—Apenas están saliendo del
cascarón y ya quieren poner cuentos.
—Apenas les dicen mi alma y ya
quieren su cuento aparte.
—Como el apóstol 13, cuenta y
desaparece.
—Aquí fue donde el cuento
torció el rabo.
—Arrancada de cuentista brioso
y llegada de novelista manso.
—Cuentista somos y en el cuento
andamos.
—Asustarse con el cuento del
muerto.
—Atáscate ahora que hay cuento.
—Nomás les dan cuento con el
dedo.
—Aunque sean de la misma
escuela, no es lo mismo cuento que novela.
—A ver de qué cuentos salen más
ideas.
—A ver si como dicen cuentan.
—Ay cuento como me ha puesto:
seco, ñango y descolorido.
—Ay cuento no te revientes que
es el último jalón.
—Cuentos tienes y con ellos te
entretienes.
—Cuentista de buró.
—Botellita de jerez, todo lo
que cuentes será al revés.
—Buscar cuento rogando a Dios
no encontrarlo.
—Cuentito de batalla.
—Cuento, mujer y escopeta, a
nadie se le prestan.
—Cada quién cuenta con las
mentiras que tiene.
—Cada quién es dueño de hacer
de su cuento un papalote.
—Cuento con piquete.
—Calandrias, cuenten o les
apachurro el nido.
—Cuenta y no llores.
—Con el cuento que cuentes
serás medido.
—Cuento, maroma y teatro.
—Atrás de la raya que estoy
contando.
—En tierra de narradores, el
cuento es rey.
—Cómo te quedó el cuento.
—Como cuento chillador.
—Como ya he contado, sé lo que
es la eternidad,
—Con el cuento en un hilo.
—Con el cuento atravesado.
—Con el cuento y un ganchito.
—Te agarré con mis cuentos en
tu masa.
—Con los cuentos por delante.
—Primero cuento que mujer.
—Con qué ojos divino cuento.
—Con un cuento por detrás y
otro por delante.
—El cuento es oro.
—Cuento de tentación y final de
arrepentimiento.
—De ese cuento pido mi limosna.
—De noche todos los cuentos son
pardos.
—Despáchate con el cuento
grande.
—Échate ese cuento en la uña.
—El cuento es como la argolla,
no se le ve la punta.
—El cuento y el cariño no han
de ser recalentados.
—Cuento que relincha es que le
aprieta la cincha.
—El que da y quita con el
cuento se desquita.
—En comer y contar todo es
empezar.
—El cuento sale para todos.
—En la casa del cuentista, la
novela pasa pero no entra.
—Los lunes ni los cuentistas
ponen.
—En tiempos de inflación, hasta
el cuento sube.
—Es bueno el cuento pero no tan
ancho.
—Este cuento ya se coció.
—Es el mismo cuento nada más
revolcado.
—Cuento, caballo y mujer por la
raza se han de escoger.
—A mí cuéntame en cristiano.
—Hacer caravana con cuento
ajeno.
—Hasta lo que no cuenta le hace
daño.
—El cuento nunca pierde y
cuando pierde arrebata.
—Puro jarabe de cuento.
—Cuentito nuevo en qué libro te
pondré.
—Ponme tu cuento aquí Macorina.
—Se me llenó el cuento de
piedrecitas.
—El cuento con botas.
—Blanca nieves y los 7 cuentos.
—Un rincón cerca del cuento.
—La cuentista Rebelde.
—La noche del cuento triste.
—De esos cuentos mansos
líbrame, Señor.
—Para subir al cuento se
necesita…
—Cuento que tiene desquite, ni
quien se pique.
—Cuentos pero no revueltos.
—El mejor cuento se me está
echando.
—El cuento no es como lo
pintan.
—El cuento no es como la
preñez, que dura nueve meses.
—Le corre cuento por las venas.
—Lo que la boca dice el cuento
lo sostiene.
—Lo que se ha de contar, que se
vaya imaginando.
—Los cuentistas son de palo.
—Al que le quede el cuento que
se lo ponga.
—Cuentito de agua dulce.
—Al cuento hay que encontrarlo
hasta en la sopa.
—Me lleva el cuento.
—Más sabe el cuento por bueno
que por cuento.
—El cuentaquedito.
—Muero el cuentista se acabó el
cuento.
—Navega con bandera de
cuentero.
—Que no le den chiste por
cuento.
—El cuento no come gente.
—Es cuento pero es verdad.
—Nunca falta un cuento para un
aburrido.
—No digas de este cuento no he
de aprender.
—No hay cuento que por mujer no
venga.
—No le amarraron los cuentos de
chiquito.
—No necesita guajes para
contar.
—No cuenta lo recio sino lo
tupido.
—No vengo a ver si cuento sino
porque cuento vengo.
—Ahora me cuentas o me dejas
como estaba.
—Cuento dado ni Dios lo quita.
—Cuento de segunda mesa.
—Poco se me hace el mar para
hacer un cuento de agua.
—Poner cara de cuento.
—Pues en qué cuento vivimos.
—Qué cuentas que adivinas.
—Qué lindo es mi Dios cuando lo
visten de cuento.
—Que te mantenga el cuento.
—Que la boca se te haga cuento.
—Quien de su cuento se aleja no
lo encuentra como lo deja.
—A ver quién me quita lo
contado.
—Cuento, pero no de todos.
—Sacar al cuento de la
barranca.
—Sacar los cuentitos al sol.
—Cuentistas juntas sólo
difuntas.
—Se encontró la horma de su
cuento.
—Cuenta Aristóteles que un buey
voló; como puede que sí puede que no.
—Me lleva el cuento.
—Se me hace cuento la boca.
—No hay que contar primero sino
hay que saber contar.
—Me costó un cuento y la mitad
del otro.
—Se pasó de cuento.
—Será novela/será poesía/será
mi cuento del otro día.
—Siempre se sale con su cuento.
—Si el cuento fuera tiña.
—Si no cuenta no magulle.
—Sobre el cuento las coronas.
—Solitas bajan al cuento sin
que nadie las arree.
—Sólo que mar se seque no le
contaré sus olas.
—Sudando el cuento gordo.
—Más vale aquí cuenteó que aquí
murió.
—Tendrás quien te quiera pero
quien te cuente no.
—Tendré malos ratos pero no
malos cuentos.
—Te quiero más que a mis
cuentos viejos.
—Me traes por el cuento de la
amargura.
—Tú contarás muy bonito pero a
mí no me diviertes.
—En este mundo traidor/nada es
verdad ni es mentira,/todo es según el color/del cuento con que se mira.
—Le dieron un cuento de su
propio chocolate.
—Un cuento pegó un reparo y en
aire se detuvo;/hay cuentos que tienen madre,/pero éste ni madre tuvo.
—Nadie sabe el cuento que tiene
hasta que lo ve plagiado.
—Se quedó para vestir cuentos.
—Lleva los cuentos por dentro.
—Ya ni las cuentas.
—Contar a fuego lento.
—Si no puedes con el cuento,
únetele.
—Y sigue el cuento dando.
—En fin, que el cuento no tiene
fin.
Revista El Cuento No. 132. Enero-Marzo
1996.
Como lo dice Heliogábalo Basílides, el cuento no tiene fin, y al leer esta gran lista… dan ganas de agregar unos propios.
ResponderEliminar—De la mente a la boca; se cae el cuento.
—Cuando despertó, el cuento aún no se le ocurría.
—Cuento editado ni Dios lo corrige.
—¡Recuéntame!
—No por mucho madrugar se escriben mejores cuentos.
—A qué le tiras cuando cuentas mexicano.
—Ande yo contando y ríase la gente.
—¡Hombres necios que acusáis, a los cuentistas sin razón!
—Al séptimo día, empezó el cuento.
—El cuentista por su propia letra muere.
—Cuento soy y cuento siempre seré.
—No contaban con mi cuento.
—Al mal cuento, buena papelera.
—Cada cuento es un mundo.
—Contando se van las penas.
—Quien no cuenta, otorga.
Y así, podremos contar hasta el infinito, al fin y al cabo:
—Habemus cuentos.
En boca cerrada no entran cuentos.
ResponderEliminarDe tal cuento tal minicuento
ResponderEliminar