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domingo, 23 de octubre de 2011

Alonso Díaz de Anda


Alonso Díaz de Anda. Originario de Guadalajara, Jalisco, emigró en su adolescencia a la ciudad de Tijuana donde actualmente radica. Fotógrafo y escritor. Como fotógrafo ha participado en diferentes exposiciones individuales y colectivas como Acal-lux (Tijuana-2004, 2005, 2006), Vermehelo (Tijuana 2005), Santificarte (Ensenada, 2005), Terrones de sal y plata (Ensenada, 2006) forma parte del taller experimental de la Universidad Autónoma de Baja California al cual se integró desde el 2004. En el 2005 ingresa a estudiar la licenciatura en Lengua y Literatura de Hispanoamérica y en el 2006 funda y dirige la revista Magín. Ha participado en diferentes encuentros de escritores tanto regionales como nacionales. En noviembre del 2008 obtuvo el primer lugar en el III Concurso de Minificción organizado por la UABC. Es parte del consejo editorial del proyecto editorial independiente literaturalibre.com. También ha publicado en diferentes medios electrónicos e impresos a nivel regional y nacional. En junio del 2009 obtuvo una mención honorifica en el concurso 120 palabras convocado por Nortestación Agencia de Letras. Actualmente estudia el noveno semestre de la licenciatura en Lengua y Literatura de Hispanoamérica en la UABC, además de ser co-creador de la revista en ciernes Ka-Tet, publicación especializada en literatura de ciencia ficción y terror, al mismo tiempo que se encuentra preparando lo que será su primera publicación.



Relámpagos alados

Cuando los pelícanos son viejos como yo, y no encuentran más motivo para seguir viviendo, vuelan tan alto como pueden, casi hasta alcanzar las primeras nubes. Inadvertidamente, descienden sin más ni más, se convierten en relámpagos alados que tienen como único fin caer sobre las rocas de la bahía. Esto me contaba mi abuelo cuando paseábamos al atardecer por el malecón. Era una historia impactante, siempre me pareció una muerte sumamente poética. No obstante, es sólo la idea de volar lo que en realidad añoramos, ya que, les puedo asegurar que no fue nada poético cuando el abuelo se tiro de un doceavo piso.


Capital de oportunidades

Tijuana siempre ha sido una ciudad llena de oportunidades, piensas mientras bajas del taxi y te diriges a la plaza Santa Cecilia. Ahí se encuentra tu novia. Esperas darle una sorpresa ya que se supone saldrías tarde de trabajar. Llegas al Dragón Rojo y la ves besándose con otro. Pinche vieja güila, repites una y otra vez. Te apresuras a salir y entras al Bar Turístico para decidir qué vas hacer. Te sientas en la barra, pides una cerveza, pagas y enciendes un cigarrillo mientras meditas la situación. De súbito se acerca una linda joven y te dice alegremente, Hola, me llamo Melissa. Sonriendo vuelves a pensar, Tijuana siempre ha sido una ciudad llena de oportunidades.


El gemir de los gatos

Cuando niño, allá en el pueblo oía a medianoche el gemir de los gatos. Yo le decía a mi Tata Son como llantos de bebé, me dan mucho miedo. Él, tranquilo, respondía No te espantes, sé valiente. En cambio el señor cura me dijo que eran ánimas en pena, Le han vendido su alma al diablo. Tiempo después abandonamos el pueblo. Mi Tata encontró la fuente de la juventud eterna, y dijo En el pueblo jamás lo entenderán. Yo me sentí feliz por escapar de aquellos maullidos infernales; sin embargo, el día de hoy, me encuentro en este rincón de la casa, escuchando cómo del cuarto del Tata se escapa un prolongado y tormentoso llanto de bebé.


Ícaro
Ha reencarnado. Esta vez ya aprendió la lección. Aún así, en su ansia por llegar hasta el sol ha resuelto convertirse en político. Ahora en campaña regala a los votantes un par de alas de cera.


A la carrera

Los pantalones ágiles son gacelas que se sacuden al subir y bajar de cada paso. La camiseta empapada se ondea cual estandarte. Pulseras y collares se abrazan con fuerza para no ser despedidos durante la marcha. Los zapatos como bólidos corren esquivando obstáculos a toda prisa y es que, están por cerrar el centro comercial.

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